Seguimiento y puesta en marcha
Revisión del diseño:
Se examinan los diseños y las especificaciones para garantizar que cumplen las normas de eficiencia energética y los requisitos del proyecto. Se pueden identificar oportunidades de mejora y realizar ajustes si es necesario.
Instalación y construcción:
Durante esta fase, se supervisa la instalación de los sistemas energéticos para garantizar que se instalan correctamente y de acuerdo con los diseños y especificaciones. Se realizan inspecciones, pruebas y ajustes para garantizar que los sistemas y los elementos de la envolvente se instalan correctamente.
Puesta en marcha inicial:
Una vez instalados los sistemas, se realiza una puesta en marcha inicial para garantizar que funcionan según lo previsto. Se comprueban los controles, se ajustan los parámetros y se realizan pruebas para confirmar que los sistemas funcionan eficientemente y cumplen las normas de rendimiento energético.
Pruebas y ajustes finales:
En esta fase se realizan pruebas adicionales para garantizar el cumplimiento de los requisitos de rendimiento energético. Se ajustan los sistemas y se introducen los cambios necesarios para optimizar su funcionamiento y eficiencia.
Formación y documentación:
Se imparte formación al personal del edificio sobre el funcionamiento y el mantenimiento adecuados de los sistemas energéticos. Además, se genera una documentación exhaustiva que incluye manuales de funcionamiento, informes de puesta en servicio y otros registros pertinentes.
Monitorización y verificación:
Una vez finalizada la puesta en servicio, se realiza un seguimiento continuo para controlar el rendimiento energético del edificio. Se realizan auditorías periódicas y se verifica el ahorro de energía conseguido, garantizando que los sistemas sigan funcionando eficientemente a lo largo del tiempo.